Un olor que nos traslada a otro lugar, una fotografía que nos hace viajar en el tiempo, una comida que nos recuerda a las comidas de domingo en casa de la abuela… El ritmo de vida que llevamos hace que muchos de esos pequeños detalles que son la esencia de la vida pasen desapercibidos. Lo mismo sucede con los lugares. Plazas que ya no ven jugar a los niños, fuentes que ya no ofrecen agua o palacios abandonados.
Desde Salamanca Suite Studios queremos que os paréis un segundo y recordéis cuando fue la última vez que paseasteis por la Plaza del Corrillo, lugar de paso rutinario. ¿Ayer? ¿Hoy mismo? Queremos ponéroslo aún más difícil, ¿cuándo fue la última vez que te detuviste a observar la belleza del lugar?
Situada en el mismo corazón de Salamanca, esta plaza existía ya antes de la construcción de la Plaza Mayor. Sus portales, un tipo de construcción típica en la arquitectura del momento en Castilla y León, son especiales y no sólo porque les tengamos cariño, sino porque en su interior son de hierro. No fue hasta 1942 cuando se cubrieron con semicilindros de arenisca.
Lugar de paso de mercaderes, zona de juego para niños y niñas durante cientos de años y soportales testimonio de besos robados. Este paso obligado hasta la Plaza Mayor se ha convertido en un lugar entrañable para los salmantinos y salamantinos. Si aún no lo conoces, ¿a qué esperas? En Salamanca Suite Studios estaremos encantados de contarte su historia con todo detalle. Y, a los que conocéis de sobra esta plaza, estamos seguros de que comenzareis a mirarla con otros ojos.
¡Feliz fin de semana!